Ligero retroceso del dólar; Datos de inflación por delante

Hola Amigos, buen día. El dólar retrocedió ante las monedas europeas el jueves, aunque mantuvo su fortaleza frente al yen y la onza de oro, que alcanzó mínimos de más de 6 meses. El PBI final del segundo trimestre quedó apenas por debajo de lo esperado, aunque el billete encontró algo de apoyo en las peticiones semanales de subsidio por desempleo, que cayeron en la última semana.

Así, el euro y la libra esterlina se alejaron de sus respectivos mínimos a los que habían llegado el miércoles, cercanos a sus más bajos valores en el año. Ambas monedas mantienen, sin embargo, un sesgo bajista muy marcado, sin incentivos, al menos por el momento, para retomar un camino alcista sustentable.

En tanto, como quedó dicho, la onza de oro cayó a mínimos de marzo pasado, cubriendo finalmente el gap que había dejado el día 10 de ese mes en 1867 dólares. La baja posterior no se extendió mucho más allá de los 1860 dólares, y desde ahora podría comenzar una recuperación. El gráfico diario del metal precioso muestra una sobreventa extrema, poco común en esta temporalidad, producto de la aceleración que sufrió la onza en su caída.

El yen, por su parte, se mantiene muy débil, por debajo de 149.00, y con la fuerte expectativa que genera una probable intervención, tanto verbal como de hecho, por parte del Banco de Japón. Por supuesto no está claro en que términos podría ocurrir tal intervención, y mucho menos el precio, aunque los mercados especulan con que más allá de 150 yenes por dólar el escenario quedaría listo para tal acción.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro vuelven a dar que hablar. Si bien la curva sigue invertida, las notas de 2 y 10 años comienzan a acercarse. Las de corto plazo operan apenas por encima del 5%, en tanto las de largo plazo presentaron una estampida que llevó los rendimientos al 4.7% el jueves, su mayor nivel desde mediados de 2007. La baja posterior influyó en la recuperación del oro y en la estabilidad del yen.

La Fed insiste en la venta de bonos para hacerse de fondos. Sin embargo, aparecen nubes oscuras en el horizonte cercano. Una de ellas es el probable cierre del gobierno Federal desde la semana próxima, ante la falta de acuerdo en el Congreso para aprobar el presupuesto de gastos.

La situación, ampliamente conocida y habitual en los años previos a las elecciones (y también por supuesto en años electorales) encuentra en una puja eterna a los partidos Demócrata y Republicano. El primero, como en natural en un gobierno como el de Biden, pretende aumentar impuestos; el segundo, quiere reducir costos. Los perjudicados son los trabajadores del Gobierno, que deberán seguir trabajando sin recibir su salario en algunos casos esenciales.

Los que no trabajen mientras dure el cierre pueden afectar no solo al PBI del cuarto trimestre que se inicia, sino también a las mediciones de inflación, empleo, ventas minoristas y otros datos de los que se toma la Fed para evaluar su política monetaria. En los últimos años, el parate de 2019 fue el más notable, con varias semanas de cierre.

Si bien se sabe que es un problema político y transitorio, son muchos los que opinan que los bonos podrían ser buscados como activos de refugio, en cuyo caso los rendimientos, que ahora mismo se ven en los máximos antes mencionados, podrían caer radicalmente. En dicho caso, el yen y el oro se verían beneficiados en el corto plazo, algo que no llamaría la atención, después de la caída que han sufrido en poco tiempo.

Este viernes, cerrando la agenda mensual, el deflactor de inflación de agosto será decisivo para el dólar. La cifra, que mide la inflación por consumo, podría caer en términos interanuales en la versión subyacente, lo cual le pondría, en teoría, un freno al dólar, que de todas formas cierra uno de sus mejores meses de los últimos años.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.

Inminente intervención del Banco de Japón sobre el yen

Hola Amigos, buen día. Un día muy particular se vivió el miércoles en los mercados. Una muy fuerte caída de los índices bursátiles más importantes en Wall Street le dio marco a un nuevo rally del dólar ante las divisas principales. El Euro quebró 1.0500 por primera vez desde enero y quedó, al cierre de la sesión, a 5 puntos de su mínimo anual. La libra esterlina alcanzó su valor más bajo desde el 17 de marzo, y el yen un mínimo desde octubre de 2022.

El billete retrocedió sobre el final del día, con algunas particularidades: quedó muy cerca de cubrir un gap del oro en 1867 dólares (tocó 1872 dólares, un 161.8% de retroceso de su rally anterior), en tanto el euro quedó también apenas por encima de un fuerte soporte en 1.0480. La libra esterlina hizo lo propio: no llegó a 1.2080, nivel que esperábamos ante su gran caída de la víspera, y se detuvo apenas por encima de 1.2100.

El yen se acerca a 150.00, y suenan fuerte los rumores de intervención por parte del Banco de Japón. En 2022 tomó dos veces este temperamento: la primera, el 22 de septiembre, cuando el par USD/JPY superó 145.00. La recuperación del dólar no se hizo esperar y el cruce alcanzó 151,93 el 21 de octubre, donde el BoJ volvió a intervenir, esta vez con mayor sustento: el yen recuperó más de 600 puntos, e inició un largo camino que finalizó en enero pasado cerca de 127.00.

Las intervenciones no suelen tener un gran efecto práctico, pero sí le ponen al mercado un límite. La entidad que conduce Kazuo Ueda no ha mostrado interés, por ahora al menos, en apreciar su moneda, que fue empujada a la baja ante los rendimientos de los bonos del Tesoro, que a su vez crecieron, a máximos de casi 20 años, por las ventas de la Fed, que busca absorber fondos. Los de 2 años se mantienen por encima del 5%, en tanto los de 10 años, mientras la curva de rendimientos se mantiene invertida, crecieron por encima del 4.5%, en una estampida que mostraron esta misma semana.

Las monedas europeas, y también el yen, lucen totalmente sobrevendidas, al igual que el oro, hablando de cortos y medianos plazos. Esto no significa que sus tendencias bajistas vayan a cambiar rápidamente, pero llama la atención el nivel de agresividad en la aceleración de sus respectivas caídas, prácticamente sin correcciones. Esto aplica, sobre todo, a la libra esterlina y el oro.

Los argumentos, desde un ángulo fundamental, son débiles. No hay datos que justifiquen un alza del dólar como el que estamos viendo. La Fed puede extender su tasa de interés alta un tiempo más, pero el BCE y el BoE no se han quedado de brazos cruzados, y sus respectivos problemas de inflación lucen más complejos que los de Estados Unidos.

Por otra parte, la gran “preocupación” un su eventual cierre del gobierno federal por falta de acuerdo en el Congreso es una situación harto repetida, que siempre termina con una negociación entre los dos partidos dominantes. La situación no es precisamente cómoda, pero dura pocos días y siempre tiene el mismo final.

En cuanto a una probable recesión global, se ha hablado mucho de la capacidad de resistencia de la economía estadounidense pese a la política monetaria de la Fed, que se tornó sumamente agresiva por las propias acciones previas del banco central, que consistieron en un festival de emisión de dólares. Tampoco es motivo para justificar lo que estamos viendo.

Como dicen en los bancos, mejor esperar y ver. Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.

Fuerte caída en Wall Street ante la fortaleza del dólar

Hola Amigos, buen día. El dólar mantiene una marcada fortaleza en todos los frentes, alcanzando nuevos máximos de varios meses ante las monedas principales. A la vez, se aceleró la caída de la bolsa de Nueva York, donde los operadores ven con preocupación que la Fed pueda seguir aumentando la tasa de interés en los próximos tiempos. La conclusión luce un tanto apresurada. Es ampliamente sabido que si el banco central no aumentó en septiembre es por temor a generar una crisis en la economía, que por ahora viene esquivando, y no hay motivos para pensar en un cambio de actitud en el corto plazo. Para 2024 faltan más de 3 meses.

De todas formas, llama la atención el poderío del billete, teniendo en cuenta que hace menos de 3 meses alcanzó un mínimo anual ante el euro y la libra esterlina. El rango de precios en que se mueven ambas monedas es relativamente estrecho, y de un panorama alcista de las mismas pasamos a un escenario en dirección contraria, por ahora sin un suelo claro. El yen, en cambio, no logra estabilizarse, un poco por la laxa política monetaria del Banco de Japón (esto le costó caro al mundo en general cuando lo hizo la Fed hasta noviembre de 2021) y otro poco por los altos rendimientos de los bonos del Tesoro, las estrellas de los mercados en estos momentos. Estos activos pagan su mejor rendimiento en 15 años, ante una Fed que busca deshacerse de ellos para absorber liquidez.

La pregunta es hasta cuando puede extenderse la tendencia alcista del dólar. Desde un punto de vista técnico, creemos que el oro puede ser una buena guía. A mediados de marzo pasado, la onza dejó un gap en 1867 dólares, que no ha sido cubierto. El metal precioso roza nuevamente los 1900 dólares, nivel que quebró pocas semanas atrás, para detener su caída en 1890 dólares. Su estampida inmediata fue más que extraña, pero no la caída actual.

La cobertura del gap mencionado puede significar el final del ciclo alcista del dólar, como significó el final de su ciclo bajista la cobertura del gap del par EUR/USD en 1.1275, nivel que había dejado sin cubrir desde fines de febrero de 2022. Este tipo de detalles, que no suelen aparecer en los reportes, pueden ser decisivos en la operatoria, y conviene tomarlos en cuenta.

No está claro que niveles pueden tener las monedas cuando esto ocurra, aunque el euro podría buscar 1.0460, y la libra 1.2000. El yen, en tanto, puede rozar 152.00, nivel que ya buscó el año pasado.

Como efeméride, conviene revisar lo sucedido el 26 de septiembre de 2022. Ese día, la libra esterlina sufrió un golpe de mercado, aunque más que la moneda, el mismo fue dirigido a Liz Truss, entonces Primera Ministra británica, que renunció pocas horas después de este hecho. La llegada a 1.0305 de la libra fue en su hora muy significativa, dado que ocurrió en menos de 5 minutos, para recuperar más de 1000 puntos en dos horas. El euro siguió el camino de la libra llegando a 0.9530, y el yen al mencionado 152.00. Este tipo de maniobras no es normal encontrarlo, pero suceden. El mínimo histórico de la libra de ese día superó por amplio margen a 1.1410 que había tocado en una perdida sesión asiática de octubre de 2016, posterior al Brexit. Los llamados “flash crash”, supuestos accidentes de operadores que manejan centenares de millones y aprietan mal una tecla, son descriptos como un detalle más de un día determinado, pero son mucho más que eso. De allí la importancia de no extender las posiciones durante mucho tiempo. Nunca se sabe cuando habrá un “flash crash”, pero suelen aparecer en tendencias como las actuales.

Este miércoles, las órdenes de bienes durables tendrán la atención de los mercados en el inicio de la sesión americana. Cualquiera sea su resultado, el dólar no sufrirá daño alguno.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.

Euro y libra esterlina, en mínimos de 6 meses

Hola Amigos, buen día. El dólar estiró sus ganancias en todos los frentes el lunes, en una continuación de la aceleración que presentó la semana pasada luego de los anuncios de la Fed en materia de política monetaria. El billete llegó a nuevos máximos de 6 meses ante el euro y la libra esterlina, batiendo su propio máximo anual ante el yen, que se acerca a 150.00 El oro, por su parte, sigue apuntando a la baja.

A su vez, la bolsa de Nueva York, que había iniciado el día con fuertes pérdidas, terminó revirtiendo las mismas y presentó ganancias en sus índices principales. Aún así, tanto los futuros del Dow Jones, como los del S&P 500 y los del Nasdaq 100 mantienen sendas tendencias bajistas en el corto plazo.

El euro no pudo aprovechar el discurso de la titular del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, quien afirmó el lunes que la entidad mantendrá su política monetaria agresiva actual el tiempo que sea necesario. Esto contradice la percepción que quedó en los mercados hace pocos días, cuando el BCE aumentó la tasa de interés, pero dando pistas de que no habrá nuevos aumentos durante 2023.

La moneda única quebró la zona de 1.0500, y aunque luce muy sobrevendida en el corto plazo, solo experimenta reacciones alcistas muy limitadas. Solo la superación de 1.0730, muy lejos del nivel actual, podría revertir sus pérdidas durante las próximas sesiones.

La libra esterlina también se ve debilitada en estas horas, con pérdidas que se aceleraron desde el jueves, cuando el Banco de Inglaterra dejó sin cambios la tasa de interés, algo que no estaba en los cálculos de los mercados. La sobreventa extrema que presenta el par GBP/USD tanto en el gráfico diario como en el de 4 horas sugiere que la libra podría experimentar una fuerte recuperación durante la sesión del martes.

Respecto al yen y al oro, sus respectivas caídas obedecen sobre todo al fuerte aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Los de 10 alcanzaron el lunes su marca más alta desde 2008 en el 4.53%, y los de 2 años el 5.12%, cerca de los mismos máximos que alcanzó la semana anterior en el 5.19%.

El yen detuvo su caída cerca de 149.00, y su sobreventa de corto plazo podría darle algo de aire en las próximas horas. No obstante, la debilidad de la moneda nipona es evidente: de las últimas 11 semanas, el par USD/JPY terminó al alza en 9 de ellas.

El oro mantiene su postura bajista y sigue buscando cubrir el gap que en forma reiterada hemos señalado como clave, en 1870 dólares. Su cobertura podría ponerle punto final al ciclo bajista del metal precioso, y de alguna forma también al dólar.

En cuanto al petróleo, se muestra muy volátil en estas sesiones, y por varias razones. Por un lado, Rusia flexibilizó su prohibición a las exportaciones, algo que en su hora generó un rally del crudo. Este anuncio hizo retroceder a los futuros del WTI, que habían superado por lejos los 90 dólares la semana pasada, en un rally que, de todas formas, ya había dado señales de agotamiento ante los anuncios de política monetaria de la Fed. Los actuales 88.34 dólares a los que cotizan los futuros muestran un punto de apoyo en una línea de tendencia alcista medida en el gráfico diario, y el quiebre de la misma podría cambiar la dirección de la materia prima para el resto de la semana.

Este martes, el calendario de noticias incluye el índice de confianza del consumidor del Conference Board, y las ventas de viviendas nuevas de agosto, ambos a las 10:00 del este. El primero de estos informes puede impactar decisivamente en el dólar para el resto del día.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.

Powell y datos de inflación, claves de la semana

Hola Amigos, buen día. La semana que terminó dejó como saldo un alza importante del dólar en varios frentes. El euro y la libra esterlina llegaron a nuevos mínimos de varios meses, en tanto el yen alcanzó nuevos mínimos anuales, en niveles que no tocaba desde noviembre pasado. Los anuncios de política monetaria de los bancos centrales fueron determinantes en este movimiento del billete.

Curiosamente, los tres bancos que se pronunciaron en este sentido mantuvieron sus respectivas tasas de interés sin cambios, pero dejaron mensajes distintos. La Fed anunció que en las próximas reuniones del año (quedan noviembre y diciembre) podría haber algún aumento de tipos, algo que, más allá de la interpretación que le dan los mercados, suena poco sensato. El Banco de Inglaterra sorprendió al no aumentar la tasa, claro indicio de agotamiento en el ciclo que inició en noviembre de 2021, y que no logró bajar la inflación más que algunos puntos, pero sí ha generado una caída importante en la actividad económica de Reino Unido. El Banco de Japón sigue enviando señales difusas, con una tasa negativa, y con una inflación muy baja para el resto del mundo, pero muy alta para la economía nipona. En todos los casos, creció el dólar.

El ciclo alcista del billete no tiene un techo a la vista, aunque técnicamente hay algunos indicios acerca de ello. Si bien no se habla del tema, lo cierto es que la cobertura de ciertos gaps que se producen en los activos principales suele actuar como cierre de ciclos. El último importante fue el que dejó el par EUR/USD en febrero de 2022 en 1.1275 en ocasión del inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia. Este gap fue cubierto el 18 de julio, y no hay más que mirar lo que sucedió desde ese día con el euro, la libra esterlina y el dólar australiano.

El que viene es el gap que dejó el oro en 1867 dólares en marzo. A punto estuvo de quedar cubierto poco más de un mes atrás, en 1890 dólares. Las idas y vueltas del metal precioso lo llevaron a la zona de 1850 dólares la semana pasada, pero otra vez vuelve a apuntar a la baja, aunque está lejos aún de dicha cota. Pero sí creemos que el día que el oro toque 1867 dólares, puede comenzar a caer el dólar en forma masiva.

En su hora habíamos mencionado que la cobertura del gap del euro podría coincidir con la llegada de la libra esterlina a 1.3200. Le faltaron unos pocos puntos para que ello suceda. Esta vez, el oro en 1870 dólares podría encontrar al euro en la zona de 1.0460, un soporte que en su momento representó un mínimo casi histórico para la moneda única (hablamos de tiempos en los que la economía griega era el principal catalizador del humor de los inversores respecto al billete europeo) y a la libra en la zona de 1.2000.

El yen juega otro partido. Su caída por ahora no encuentra un piso cierto, dado que la Fed sigue vendiendo bonos, sus rendimientos siguen tocando máximos de 15 años, y los del BoJ a 10 años se mantienen en 0. Una invitación al carry trade, que suele terminar en forma abrupta, pero no está claro cuando ello puede suceder.

La semana que se inicia, última del mes, tiene como principales atractivos la presentación del Sr. Powell, presidente de la Fed, en la que confirmará que piensa seguir aumentando la tasa. Desde un punto de vista políticamente correcto, como se suele leer en los reportes, seguirá buscando bajar la inflación al objetivo del 2%, y tantas cuestiones ya demasiado gastadas. Sin cuidar tanto las formas, lo que está haciendo es querer mostrarse muy duro después de haber salvado su puesto ante la nominación propuesta por el presidente Biden, cuyo gobierno tiene la mano muy suelta a la hora de repartir dinero. Populismo americano.

También tendremos el deflactor de inflación, previsto para el viernes, ya sobre el cierre del mes. Puede tener un fuerte impacto en el dólar, apoyando una aceleración de su rally.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.

Datos de manufacturas, claves del día para el dólar

Hola Amigos, buen día. El dólar se mantiene firme en todos los frentes en la sesión del viernes, al cabo de una semana plagada de datos e informes. Después de que la Fed dejara sin cambios la tasa de interés en el 5.5% el miércoles, y que el Banco de Inglaterra hiciera lo propio en la víspera con su propia tasa (5.25%), el Banco de Japón tuvo un temperamento similar a primera hora de la fecha.

El BoJ, encabezado por Kazuo Ueda, dejó en claro que mantendrá la tasa de interés en negativo por un tiempo más, al tiempo que limita a tasa cero sus bonos de 10 años. El propio Ueda había dicho dos semanas atrás que la entidad prepara una serie de cambios paulatinos para los próximos meses, fortaleciendo al yen.

En esta oportunidad, la moneda nipona rozó sus mínimos anuales que había tocado el miércoles en 148.47, para cotizar por encima de 148.00 en estas horas. La caída de la libra esterlina del jueves le había dado algo de aire al yen, corroborando la existencia del carry trade que enfrenta a dos monedas con rendimientos totalmente disímiles.

Justamente, la libra esterlina rozó 1.2300 el jueves por la tarde, para volver a caer este viernes ante los datos de manufacturas y servicios de Reino Unido, con resultados previsiblemente más bajos de lo que marcaban los pronósticos. De todas formas, la libra luce sobrevendida en el corto plazo, y la superación de 1.2330 podría devolverle parte de sus pérdidas de la última semana.

En tanto, el euro se mueve en torno a 1.0640, pese a que los PMI avanzados de manufacturas y servicios de Alemania y la Eurozona arrojaron cifras mejores a las esperadas. La moneda única no encuentra el camino de recuperación cuyo umbral aparece ahora en la zona de 1.0730, no tan lejos del nivel actual. El problema no es la debilidad del euro, ni de la libra esterlina, sino la fortaleza del dólar.

Respecto al oro, el jueves se acercó a 1910 dólares para volver sobre sus pasos en estas horas, cotizando a 1924 dólares en estas horas. Su tendencia es bajista, y el gap que dejó en 1870 dólares invita a mirar hacia abajo para los próximos días.

Si de gaps se trata, los cruces EUR/JPY y GBP/JPY dejaron uno cada uno el miércoles. El primero en 158.12, recién cubierto; el segundo, en 183.10, aún lejos de serlo. La cobertura vendrá de la mano de una nueva caída del yen (bastante probable) o de un fortalecimiento de la libra en gran escala, algo no muy viable.

La sesión americana del viernes tiene como principal atractivo el anticipo de los índices de manufacturas y servicios en Estados Unidos, a las 9:45 del este. Ambas cifras podrían mejorar su posición respecto a la medición anterior, acelerando de tal forma al dólar.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.

Mercados tensos a la espera de la Fed

Hola Amigos, buen día. Pocas variantes ofreció el mercado de divisas el lunes, con los operadores trabajando con suma cautela. Lo que viene es importante: en un lapso de pocas horas, se expedirán la Fed, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón en materia de política monetaria, y ciertamente la situación de las tres entidades difiere entre sí.

El dólar mantiene una posición dominante en prácticamente todos los frentes. El euro, pese al modesto impulso que recibió el jueves pasado por el aumento de tipos de interés del Banco Central Europeo, apenas se mantiene cerca de 1.0700, sin superar claramente dicha barrera. La libra esterlina busca quebrar 1.2400, por ahora sin suerte. El yen ronda sus mínimos anuales, que tocó el viernes en 147.95.

La excepción viene en estos días de la mano del oro y el petróleo. Si bien el metal precioso mantiene una posición bajista de mediano plazo, apuntando a 1870 dólares, este lunes quebró 1930 dólares, lejos de la magra performance de las monedas principales. Una baja importante de los rendimientos de los bonos del Tesoro (que a primera hora llegaron a máximos de más de una década) ayudó al oro.

En la misma senda se mueve el petróleo. La variedad Brent se acerca a los 100 dólares, mientras los futuros del WTI cotizan en orden a los 92 dólares. El estrechamiento de la brecha entre ambos es llamativo: pasó de los habituales 7 a 8 dólares a 2 dólares en estos días, lo cual demuestra el aumento de la demanda del petróleo proveniente de Estados Unidos. Ante esta situación, suelen caer las exportaciones de crudo desde ese país. Muchos especulan con que podrían igualarse ambos precios en los próximos días.

Todo esto sucede mientras crecen las especulaciones sobre las acciones de la Fed del próximo miércoles. En los días previos se fueron desvaneciendo los pronósticos de aumentos de tipos de interés, aunque se espera que en el comunicado quede alguna chance abierta de incrementos durante el resto del año.

Los bancos centrales van atenuando dichos aumentos, después de un año y medio de incrementos casi sin pausa. Los indicadores macro muestran cierto deterioro, sobre todo en Europa, y si bien en las últimas semanas las noticias provenientes de China llevaron algo de calma, el ambiente sigue tenso: el fantasma de la recesión global aparece cercano.

Este martes, los datos de inflación de Canadá podrían tener impacto en el Loonie, una moneda que se ve fortalecida en las últimas dos semanas por el fuerte aumento del petróleo. También se publicarán los permisos e inicios de construcción en Estados Unidos, con poco efecto en los precios.

La apertura de Wall Street, a las 9:30 del este, terminará por darle tendencia definitiva al dólar. El lunes, al igual que las monedas principales, la Bolsa de Nueva York pasó un día sumamente tranquilo.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.

Semana de bancos centrales, con la Fed en el centro de la escena

Hola Amigos, buen día. Esta semana se conocerán los anuncios de política monetaria de la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón. Los eventos revisten especial importancia en momentos en que estas entidades están definiendo sus próximos pasos, con realidades distintas en sus respectivas economías, y con expectativas diversas en los mercados.

La Fed debate en estos días si deja sin cambios su tasa de interés, tal como lo indica el consenso de analistas, y también si mantiene abierta una puerta para aumentarla en sus próximas reuniones, si fuera necesario. Así lo expresó el presidente Powell en Jackson Hole, haciendo crecer fuerte al dólar desde entonces.

El Banco de Inglaterra podría aumentar la tasa el jueves, aún cuando la economía no atraviesa su mejor momento, y cuando la inflación obliga a seguir ajustando la política monetaria. Sin embargo, se espera que sea el último aumento de este ciclo iniciado a fines de 2021, y que incluyó, hace casi un año, una caída histórica de la libra esterlina a mínimos cercanos a la paridad.

Respecto al Banco de Japón, mantendrá sin cambios su tasa de interés negativa, pero en los últimos tiempos hay algunos indicios de que algo podría cambiar próximamente. Además de los rumores permanentes de intervención en el tipo de cambio del par USD/JPY cada vez que el precio se acerca a 150.00, el gobernador Ueda dijo el fin de semana pasado que lentamente el BoJ podría normalizar su política monetaria, dando lugar a una recuperación moderada del yen. La misma quedó sin efecto sobre el cierre del viernes, cuando la moneda nipona cayó a nuevos mínimos anuales cercanos a 148.00.

A estos anuncios se agregan los datos de manufacturas y servicios tanto en Reino Unido, como en la Eurozona, Alemania y Estados Unidos, previstos para el viernes. De manera que el cierre semanal será sumamente agitado, en momentos en que los temores por una recesión global arrecian, y las cifras a conocerse pueden tener un especial impacto en las monedas líderes.

El dólar inicia esta semana con mucha fuerza. El euro y la libra esterlina no dejan de tocar mínimos de varios meses en estos días, pese a la ligera recuperación que experimentaron el viernes. La especulación por los discursos de los bancos centrales pesa sobre los pares del dólar, aunque en verdad estos movimientos lucen muy especulativos, sin datos que lo ameriten. Es verdad que las cifras de inflación, tanto minorista como mayorista, y las ventas minoristas de agosto han arrojado guarismos por encima de lo esperado, aunque la Fed no parece conmoverse con estos datos.

Del lado del euro, el alza de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo del jueves pasado tuvo un efecto contrario al esperable. La moneda única, tal como viene sucediendo en los últimos tiempos, reacciona en sentido contrario a los anuncios, con la excusa de que los aumentos de tasa podrían terminar en cualquier momento. Ese argumento se repite con todos los bancos centrales desde hace casi dos años, a razón de 14 o 15 oportunidades por banco. En total, unas 100 veces que las monedas, con pocas excepciones, reaccionan en contra de los anuncios.

En cuanto a la libra esterlina, su caída no tiene demasiado para explicar desde lo fundamental. Técnicamente, el par GBP/USD se mueve en torno a una figura de hombro cabeza hombro medida en el gráfico diario, cuyo objetivo está cercano. Los datos de inflación de Reino Unido, esperados para el martes a primera hora, podrían impactar sobre la moneda.

Comenzamos entonces una semana clave, que puede definir el destino del dólar y, por supuesto, de las monedas principales, para los próximos meses.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.

Euro y libra, nuevamente muy débiles

Hola Amigos, buen día. Contra los pronósticos de los días anteriores, que señalaban que el Banco Central Europeo mantendría sin cambios la tasa de interés de referencia, la entidad aumentó la misma a su mayor nivel desde mediados de 2008, al 4.5%. El aumento de tipos no le alcanzó al euro para cambiar su sesgo bajista actual. Los datos de inflación mayorista de agosto y las peticiones semanales de subsidio por desempleo en Estados Unidos ofrecieron cifras positivas, fortaleciendo al dólar en todos los frentes.

Así, el euro se apoyó en una línea de velocidad alcista medida en el gráfico semanal en 1.0630, un mínimo que no tocaba desde varios meses atrás. La fuerza del dólar golpeó de lleno también a la libra esterlina, que quebró 1.2400 después de 3 meses. En cambio, el yen, que se mantiene débil desde varias semanas atrás, no alcanzó nuevos mínimos, aunque apunta a 147.80, donde el viernes pasado dejó un gap.

La onza de oro volvió a rozar los 1900 dólares, aunque logró finalmente mantenerse sobre dicho nivel al cabo de la sesión de la víspera. De todas formas, la tendencia del metal precioso, como también la de la plata y el platino, se presenta muy bajista, apuntando a 1870 dólares para los próximos días.

La reacción del mercado a los datos conocidos en Estados Unidos luce algo exagerada. Es verdad que la inflación mayorista quedó por encima de lo esperado, aunque el costo interanual ha caído en buena forma. Las ventas minoristas crecieron fuerte, pero allí realmente lo que parece haber estado mal es el cálculo previo, que esperaba una caída de las mismas. Una vez más, los pronósticos entran en territorio pantanoso, favoreciendo en este caso al dólar.

La Fed sigue con atención la información, y si bien ha acumulado motivos para aumentar la tasa de interés el próximo miércoles, la probabilidad de que dicho incremento tenga lugar se va apagando. La preocupación por el efecto que podría tener una tasa excesivamente alta sobre la economía por ahora no ha hecho mella en Wall Street. Después de algunos titubeos, esta vez la cifra de ventas minoristas tan alta generó ganancias importantes en los papeles principales.

La sesión europea del viernes muestra una intensa actividad. El par USD/JPY cubrió geométricamente el gap que había dejado el lunes en 147.80, para mantenerse en dicha zona en estas horas.

El euro escapa al mínimo de la víspera, aunque ahora la zona de 1.0705 es la zona que debe quebrar para lograr una recuperación mayor, que lo dejaría en buena posición para los primeros días de la semana próxima.

La libra esterlina, en tanto, está lejos aún de 1.2475, línea de tendencia bajista medida en el gráfico de 4 horas, que viene guiando su movimiento desde dos semanas atrás. Solo su quiebre cambiará su actual pendiente bajista muy marcada.

A favor de las monedas europeas aparece la recuperación del dólar australiano que, como señalamos en varias oportunidades en esta columna, suele anticipar el movimiento de otras monedas líder. Lo veremos durante el día.

El índice de manufacturas de Nueva York y el índice de confianza del consumidor (preliminar) de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, completan el calendario de noticias de la fecha.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.

Banco Central Europeo: ¿Aumento o pausa?

Hola Amigos, buen día. Los datos de inflación de Estados Unidos de agosto arrojaron cifras mixtas, aunque en general en línea con lo esperado. La inflación interanual volvió a crecer, esta vez al 3.7%, aunque la medición subyacente, que excluye energía, quedó en el 4.3%, debajo del 4.7% anterior. A la vez, la medición mensual quedó en el 0.3%, ligeramente por encima de los pronósticos.

El resultado fue un dólar que también se movió en forma titubeante. Creció fugazmente ante el euro, la libra y el dólar australiano, cayendo ante el yen, en movimientos que solo fueron un anticipo de una sesión que a su cierre dejó al billete en las mismas zonas de precios en que se encontraban antes de los informes.

Así, el yen se ubica cerca de sus mínimos anuales, que tocó el viernes en 147.80, mientras el euro no logra escapar de 1.0760, nivel que tiene que superar para buscar 1.0810, una firme resistencia de inicio de mes. La libra esterlina se mueve en torno a 1.2500, sin poder salir de un laberinto que el miércoles la llevó a mínimos de varios meses, rozando 1.2400.

Por su parte, la onza de oro apunta a 1900 dólares, nivel intermedio y cuyo quiebre le dará el empujón que le falta para cubrir el gap de marzo pasado, en 1870 dólares. Un gap similar tiene el euro, pero mucho más cerca, 1.0700, y el yen en 147.80. El de la libra, que quedó desde el viernes pasado, fue cubierto en la víspera.

Justamente, el euro estará en el centro de atención de los mercados este jueves. El Banco Central Europeo celebra su reunión de política monetaria, y pese a que su titular, Christine Lagarde, fue enfática en sus últimas apariciones al expresar que seguiría aumentando la tasa de interés para atacar la altísima inflación de la Eurozona, lo cierto es que los pronósticos hablan de una pausa que se tomaría la entidad, dejando los tipos en el 4.25%. Esto sería toda una novedad, no solo porque discreparía con los dichos de Lagarde, sino porque el BCE aumentó su tasa de interés en nueve oportunidades consecutivas, algo inédito en su corta historia. Los efectos sobre la inflación no han sido eficientes, y así el bloque ahora tiene un alto costo de vida, con sus principales economías mirando de cerca la recesión.

Lagarde no podrá explicar mucho más de lo que habitualmente lo hace. Desde que asumió, su actitud parece buscar más la calma en los mercados que el propio objetivo que se le encomendó, y que ella misma reafirmó antes de la pandemia de 2020, con su ya célebre “inflación simétrica”, una expresión que tendía a buscar un exacto 2% de inflación anual, objetivo rápidamente desbaratado.

Pese a que los planes de estímulo impuestos en los años anteriores han sido notoriamente más prudentes que los de la Fed, que siguió con una emisión descontrolada durante varios meses más de lo que el sentido común indicaba, los costos de la Eurozona se mantienen muy altos. A ello se suma un nuevo rebrote del precio del petróleo, en máximos de casi un año, y en menor medida del gas, que se acerca a los 3 dólares. Estos aumentos no pueden ser más inoportunos para el equipo que lidera Lagarde: llegan cuando la tradicional demora del BCE en tomar acción ha hecho que los aumentos de tasa fueran desproporcionados, fuera de plazo y excesivamente agresivos durante más de un año.

Con todo, el euro se mantiene sobre 1.0700, aunque hay motivos para pensar en que podría caer en el corto plazo, sobre todo si la inflación mayorista de Estados Unidos de agosto, que se conocerá en simultáneo con los anuncios del BCE, queda por encima de lo esperado. La moneda única quedará a salvo por encima de 1.0860, nivel lejano en precios y en probabilidades siquiera de ser alcanzados en las próximas horas.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.