Hola Amigos, buen día. El discurso de inauguración de la presidencia de Donald Trump fue moderado en varios aspectos, y contribuyó a ponerle un freno al dólar en varios frentes.
El nuevo presidente hizo hincapié en la futura implementación de aranceles a las importaciones, pero no mencionó a un país en particular como se esperaba. Esto despertó un cierto optimismo en México, luego de que el dólar rozara los 21 pesos al inicio del lunes, para terminar la sesión en a 20.4700 pesos.
Respecto a la inflación, el presidente recalcó que tomará medidas extraordinarias para bajarla, aunque no especificó cuales serán. El costo de vida ha bajado fuerte en los últimos meses, pero la medición de diciembre reflejó que está aun muy lejos del 2% anual que propone la Fed como objetivo, con un 3.2% en términos subyacentes, y un 2.9 en términos generales. Trump basó gran parte de su campaña electoral en la inflación récord que tuvo el país desde el inicio de la presidencia de Biden, orquestada por una Fed de mano abierta, que inundó de dólares a la economía, pero también por un plan fiscal del propio Biden, que se pareció mucho a los aparatos populistas del Tercer Mundo.
Una de las medidas más importantes sobre las que sí Trump habló en forma más específica es la probable exportación de energía, más puntualmente de petróleo. Estados Unidos es el primer productor mundial, superando a Rusia desde varios años atrás, a partir de la explotación del fracking. El mandatario no habló de este sector, y sí mencionó que abastecerá las reservas estratégicas. El costo del combustible fue, en los últimos años, lo que más perjudicó a los consumidores, en especial en 2022, cuando el petróleo WTI alcanzó los 130 dólares, con un rebote alcista a fines de 2023, por encima de los 95 dólares. En las últimas semanas una sanción de Estados Unidos contra Rusia afectó el funcionamiento de unos 150 buques de ese país, reduciendo la oferta y llevando a los futuros del WTI por encima de los 80 dólares en forma circunstancial.
La salida del acuerdo climático de París que anunció Trump era obvia, y tal parece que Estados Unidos no tiene una política de Estado en esta materia. Los cambios de gobierno también lo son en la postura sobre el medio ambiente, aunque esto no afecta a los mercados, pese a los discursos sensibles que suelen escucharse en ese sentido.
Sí, en cambio, promete traer mucha tela para cortar la promesa de anexar el Canal de Panamá, que desde 1999 fue devuelto a ese país, después de décadas de dominio estadounidense. No se le hará fácil al presidente avanzar sobre ello, y cualquier acción que tome afectará a los mercados. Se trata, nada menos, que del sitio por donde pasa el 5% del comercio muncial.
En cuanto a las monedas principales, el euro y la libra esterlina se vieron ampliamente beneficiados desde unas horas antes de la presentación de Trump. La moneda única superó con fuerza 1.0400, para volver sobre dicho nivel en la tarde de Nueva York, mientras la libra avanzó casi 200 puntos, superando 1.2400. El par EUR/GBP, que mide la fuerza de ambas monedas ante el dólar, retrocedió 30 de los 190 puntos que creció desde inicio de mes, ante la escalada imprevista de la libra frente al billete.
El yen también fue protagonista, con un alza moderada que, de todas formas, no lo saca de la zona de peligro. La moneda nipona se vio impulsada por una baja sensible de los rendimientos de los bonos del Tesoro, cuyas notas a 10 años pagaron sobre el final del día el 4.58%.
Mientras tanto, la onza de oro logró recuperarse desde los 2690 dólares que tocó en la sesión asiática, para finalizar la corta sesión que tuvieron todas las materias primas en 2708 dólares, manteniendo una tendencia alcista de corto plazo.
Al cabo de una sesión que ofreció un movimiento poco usual para un día festivo, la impresión que queda es que la baja del dólar obedeció a movimientos netamente especulativos, pero que podría quedar neutralizada pronto.
Si bien a muy corto plazo el billete puede ceder más posiciones, su fortaleza se irá haciendo tangible en la medida en que las medidas de Trump surtan efecto, junto con una tasa de interés de la Fed que se mantendrá sin cambios justamente a la espera de dichos efectos. Por otra parte, el alto precio del oro, que creció casi sin pausas desde octubre de 2023 cunado se inició la guerra en Medio Oriente, tampoco tiene mucho sentido si, como parece, el acuerdo de paz, endeble por ahora, se sostiene un buen tiempo.
La bolsa de Nueva York, cuyos índices saludaron con buenas ganancias la asunción de Trump, podría acelerar sus ganancias si los impuestos corporativos son recortados. Pero esto recién comienza. Habrá cuatro años de dos calendarios de noticias: el de todos los días, y el de Trump.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.