Hola Amigos, buen día. Pese al festivo en Estados Unidos, el dólar siguió ganando posiciones en todos los frentes el lunes. La mayor diferencia la hizo ante el oro, que se acerca a los 2600 dólares, un nivel de soporte importante en el corto plazo. El euro y la libra esterlina también se muestran débiles.
Todo esto ocurre en medio de diversas interpretaciones que los mercados le dan a las supuestas medidas que tomará Donald Trump en el inicio de su mandato, el 20 de enero próximo. Una vez más, y tal como ocurrió durante su primer mandato, pareciera que habrá dos calendarios de noticias: uno, con las habituales, empleo, inflación, ventas minoristas, etc; el otro, con declaraciones, medidas y anuncios de Trump. Si a dos meses vista de su asunción sucede esto, puede Usted imaginar lo que será desde enero de 2025.
La nueva escalada del dólar llega de la mano de un supuesto rebrote inflacionario que tendría lugar si Trump, como ya lo ha anunciado, impone aranceles muy altos a las importaciones de todo el mundo, en especial desde China, país al que planea “castigar” con un 60% de impuestos.
Naturalmente, todo esto acarrearía un mayor costo, generando inflación en un corto plazo. La incógnita surge entonces por las próximas acciones de la Fed. El banco central ha recortado su tasa de interés dos veces (en septiembre y la semana pasada) atendiendo a una baja sustancial del costo de vida, y se especula con que volverá a hacerlo en diciembre. Si podrá hacerlo al mismo ritmo con Trump como presidente es algo que está por verse.
Claro que para Trump no será fácil implementar medidas como las que ya tomó en su primer mandato. En ese tiempo la inflación no era un problema, la economía aun se recuperaba de los últimos coletazos de la crisis de 2009, y pese a que se inyectaba dinero en forma sistemática, los guarismos seguían siendo muy bajos.
De hecho, la titular anterior a Powell, la actual Secretaria del Tesoro Janet Yellen, había eliminado los estímulos a la economía un año antes de la llegada de Trump, y aumentó, apenas llegó este a la presidencia, la tasa de interés de manera simbólica, en un gesto que, interpretamos, fue más político que práctico.
Durante su mandato, Trump presiono a Powell, designado por él mismo, para mantener una tasa de interés muy baja, algo que no logró. Esto generó una enemistad inmediata entre ambos funcionarios.
La situación es distinta ahora. Trump sabe que la inflación es un monstruo con el que deberá lidiar, y cualquier medida que tome puede tener efectos negativos.
Bajo estos preceptos se mueve el mercado de divisas esta semana. Los datos de inflación de octubre pueden confirmar una baja en términos interanuales, pero lejos de los objetivos, por lo que el dólar puede seguir acelerando desde el miércoles, al momento de la publicación.
En este contexto, el euro se acerca a sus mínimos del año en 1.0600 (se detuvo el lunes en 1.0630), la libra acelera su baja aunque se mantiene más firme que la moneda única, cotizando al cierre del lunes a 1.2860, y el yen sigue derrumbado, golpeado por no menos de cinco factores que impiden su recuperación en un corto plazo.
La onza de oro, en tanto, ya perdió más de un 6% desde sus máximos históricos, en una baja motivada por los aumentos de los rendimientos de los bonos del Tesoro y por los anuncios de negociación en Medio Oriente y en Ucrania. Dos frentes de guerra que, en nuestra opinión, los mercados ven muy sencillos de resolver, siendo que la realidad indica todo lo contrario.
En las próximas horas, los movimientos a favor del dólar se pueden intensificar, aunque en dicho caso habrá que prestar mucha atención a los datos de inflación del miércoles. Si se fortalece el martes, es un casi seguro anuncio de baja para el día siguiente. Como siempre, hay que comprar con el rumor y vender con la noticia.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.