Hola Amigos, buen día. Los mercados se aprestan a conocer la decisión de política monetaria de la Reserva Federal, prevista para este miércoles a las 2:00 pm del este. Está descontado que no habrá recortes de tipos de interés, los cuales permanecerán en el 5.5%, la tasa más alta en más de dos décadas.
Sin embargo, contrariamente a lo sucedido en encuentros anteriores, se especula con que el discurso posterior al anuncio, a cargo del presidente Jerome Powell, podría dejar las puertas abiertas a un primer recorte en septiembre.
La medida, ampliamente esperada por los mercados desde varios meses atrás, esta vez parece más justificada. La inflación está cayendo en forma sostenida (aunque algo lenta), el mercado laboral se mantiene sólido, pero lejos de sus mejores momentos de los últimos meses, y las ventas minoristas no desentonan, pero tampoco brillan.
La presunción de que la Fed podría suavizar su política ha llevado a una baja importante de los rendimientos de los bonos del Tesoro en las últimas sesiones, lo cual aceleró la recuperación del oro y del yen, dos activos claramente vinculados -a contramano- de los rendimientos mencionados.
Pero, la Fed también tiene sus puntos de vista, y a menudo no coinciden con los de los mercados. Si bien en las semanas que pasaron varios funcionarios se mostraron partidarios de recortar tipos próximamente, Powell podría sorprender con alguna expresión que desanime a los mercados. La cautela es lo que manda en estas horas, y la bolsa de Nueva York ofrece movimientos de poca monta, justamente a la espera de los anuncios.
Cómo sea, conviene no cometer el error de pensar que una pista a favor de recortes de tasa podría hacer caer al dólar en forma decisiva. El billete tiene más para ganar que para perder. Si Powell no es contundente la decepción será mayor que si lo es, y el dólar termina cayendo. En otras palabras, si el dólar sube, subirá mucho. Y si cae, caerá poco.
Algunos indicios hay, a falta de menos de 24 horas para los anuncios. El euro cayó debajo de 1.0800 (es verdad que el PBI de Alemania fue decepcionante), la libra se acerca a 1.2800, y el yen crece sospechosamente impulsado por la baja de los rendimientos, pero justo antes de que el Banco de Japón deje sin cambios sus tipos de interés en el 0%, y de que el gobernado Ueda estire, una vez más, la política monetaria ultra laxa que viene sosteniendo la entidad desde hace varios años. Aclaración: este reporte está hecho antes de conocerse el anuncio.
El euro no tiene mucho más para perder. Desde el nivel actual, cercano a 1.0800, podría recuperar la cota de 1.0830 primero, y más arriba 1.0865, regresando a su estado anterior al martes. Si Powell no convence, las zonas de 1.0765 y 1.0730 serán sus próximos destinos.
La libra esterlina, en tanto, se muestra pendiente de lo que haga en materia de política monetaria el Banco de Inglaterra. Se descuenta un recorte de tipos el jueves, fecha de la reunión de la entidad, y allí sí podría ceder en buena forma, al menos a la zona de 1.2700. En el cortísimo plazo, 1.2920 aparece como el objetivo a considerar.
El yen volverá a caer, como viene sucediendo en los últimos dos años y medio, y esta vez con justa causa. Todo indica que al menos 156.00 es la zona que puede visitar de inmediato, y ni siquiera un discurso blando de la Fed podrá salvarlo.
Como se ve, lo que viene es importante. El aperitivo lo darán las nóminas de empleo privadas, a las 8:15 del este. El dato es el preludio de las nóminas no agrícolas del viernes, pero con el anuncio de la Fed pocas horas después, poco impacto tendrá en los pares principales de divisas.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.