Hola Amigos, buen día. Como es habitual, la primera semana del mes viene cargada de informes de todo tipo, tanto en Estados Unidos como en Europa. Sin dudas, los datos de empleo de junio será la clave de estos días, aunque las cifras de manufacturas y servicios tendrán un fuerte impacto en los mercados.
Cerrando el mes de junio, la inflación por consumo quedó en línea con lo esperado, por lo que el efecto sobre el dólar fue neutro. Sin embargo, el billete mantiene su dominio ante las monedas principales, especialmente ante el euro y el yen. La libra esterlina tampoco atraviesa sus mejores horas, pero en las últimas semanas ha logrado mantener una cierta estabilidad.
El mes que se inicia resultará clave para lo que pueda suceder durante el segundo semestre. La Fed mantiene, a través de sus principales funcionarios, un discurso de política monetaria dura, haciendo caso omiso a una inflación que ya se ubica relativamente cerca de sus objetivos, y la expectativa de los mercados que ven, ante cada reunión del FOMC, una chance de comenzar con los recortes de tipos de interés.
La entidad que conduce Jerome Powell mantiene una postura homogénea: no habrá recortes hasta que haya certezas de una baja sustancial de la inflación, algo que es absolutamente subjetivo. El dólar aprovecha la circunstancia, en momentos en que tanto el Banco Central Europeo, que ya recortó su tasa, y el Banco de Inglaterra, que amaga hacerlo con votos en esa dirección en sus reuniones de política monetaria. Ello explica en gran parte que el euro no escape de la zona de 1.0700, cerca de sus mínimos anuales en 1.0600, y que la libra no logre acceder siquiera a 1.3000.
El yen sigue tocando mínimos de 38 años, habiendo llegado ya a 161.28 el jueves pasado. Las intervenciones verbales del Banco de Japón ya no tienen efecto alguno, aunque muchos apuestan por una intervención sustancial en el corto plazo. Con el yen en el nivel actual cuesta pensar hasta donde podría recuperar posiciones ante una medida de esta naturaleza.
La onza de oro logró sostenerse el viernes sobre 2300 dólares, con una marcada recuperación a la zona de 2330 dólares sobre el final de la semana. El patrón de cambio de tendencia medido en el gráfico diario, que podría provocar una baja a la zona de 2090 dólares se mantiene intacto, aunque si se extiende demasiado en el tiempo quedará sin efecto.
Pasando al calendario de esta semana, las cifras de manufacturas de ISM tendrán el protagonismo este lunes. El sector viene en franca recuperación, aunque aún no logrado superar los 50 puntos, que marcarían una expansión del sector.
El martes, la presentación de Jerome Powell en el Foro de Sintra podría poner algo más en claro que planes tiene la Fed para la reunión de fin de mes, justo antes de que se conozcan las vacantes de empleo, que podrían haber caído en forma dramática el mes pasado.
Pasando al miércoles, el ISM de servicios seguirá mostrando la solidez del sector mayoritario de la economía estadounidense, seguido de la encuesta ADP de empleos privados.
Finalmente, como quedó antes mencionado, las nóminas de empleo no agrícolas, previstas para el viernes, cerrarán el calendario de la semana.
Para este lunes, el euro podría encontrar resistencia en 1.0725; si logra pasarla, 1.0760 será el objetivo a tener en cuenta, con soportes en 1.0690 y 1.0665, el mínimo de junio.
La libra esterlina tendrá en 1.2660 primero, y en 1.2685 más arriba sus principales resistencias; los soportes se hallan en 1.2610, mínimos de junio, y 1.2580. Cabe acotar que, por el momento, tanto el euro como la libra mantienen sendas tendencias bajistas.
El yen podría ensayar una recuperación a la zona de 160.30, primer soporte del par USD/JPY, con resistencia en 161.28, los máximos del cruce de casi 4 décadas.
Finalmente, la onza de oro deberá luchar para superar 2340, el máximo del viernes y 61.8% de retroceso de su baja anterior. El quiebre de 2310 dólares, en cambio, ofrecerá soporte en 2395 y 2385 dólares.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.